La iglesia de San Pelayo sólo se conserva su torre mudéjar. La iglesia de Santa María de planta poligonal. El templo de San Pedro, del s.XVI, conserva tres cruces de plata, la más antigua de estilo gótico plateresco.
Dentro del casco antiguo podemos encontrarnos dos iglesias que bien merecen una pausada visita. Para empezar, la Iglesia de Santa María, soberbio edificio del siglo XVI con formas barrocas y una estupenda espadaña de dos cuerpos realizada en ladrillo. Dispone de tres naves, cubierta la principal con bóveda de arista y as laterales con curiosas bóvedas aveneradas. Los tramos inmediatos al presbiterio se cubre con bóvedas decoradas con yeserías barrocas y su capilla mayor tiene una ermosa bóveda estrellada con claves ornamentales. No podemos olvidarnos de los diversos retablos barrocos que cubren las distintas capillas a lo largo de toda la iglesia.
Otra de sus iglesias es la de San Pedro, que conserva una magnífica torre gótica de tres cuerpos de ladrillo. Es del siglo XVI y el interior se divide en tres tramos, con cubiertas de aristas en la nave central, semicúpulas ovales en las laterales y bóvedas de cañón en la capilla mayor, además de una cúpula sobre pechinas en el crucero. En la casa parroquial se conservan tres de las mejores cruces de plata de toda la provincia, pertenecientes a las tres parroquias de la villa. La visita tanto de esta iglesia como la de Santa María se puede hacer si pedimos la llave en la residencia de ancianos.
Otros edificios importantes de Villavicencio son el antiguo Priorato del siglo XVIII, situado junto al Ayuntamiento en la Plaza Mayor, y que perteneció a las monjas benedictinas de Sahagún (hoy sólo se puede admirar su fachada), y la Casa- Palacio de los Francos que posee dos buenos escudos en su fachada.
En el apartado dedicado a las fiestas, este pueblo también destaca de forma holgada, ya que a la festividad de la Purísima el 8 de diciembre con bailes típicos de la zona, y a la del Santísimo Cristo de la Gracia el 14 de septiembre con verbenas, juegos infantiles y el tradicional juego de la rana, hay que unir la Semana Santa de Villavicencio.
Sobresale porque durante estos días se representan en el municipio la Pasión de la Tercera Orden y el Descendimiento. La Tercera Orden, es una representación de la Pasión de Jesucristo desde el juicio de Poncio Pilato hasta la muerte en la Cruz, mientras que el Descendimiento es otra representación que sobrecoge a todo aquel que lo contempla, ya que a través de una imagen articulada de Cristo, se muestra como pudo haber sido el paso siguiente a la muerte de Jesús en la Cruz, quitándole el letrero de INRI, la corona de espinas, los diversos clavos y su posterior bajada.
Para finalizar nada mejor que degustar alimentos típicos de la zona en la bodega del municipio, como bien pudiera ser un delicioso lechazo asado.